La alianza de Izquierdas demuestra una vez más que su pacto está únicamente sustentado por la ocupación del sillón, ya que en estos dos años de mandato han sido incapaces de presentar un presupuesto en tiempo y han tenido que recurrir a la prórroga.
El Gobierno de Esther Clavero volvió a demostrar, durante el pleno de febrero, que su pacto está únicamente sustentado en el reparto de sillones. Casi dos años más tarde, los molinenses siguen sin conocer ese programa que tenían para el municipio y, día a día, son testigos de la falta de consenso existente entre los socios.
Por segundo año consecutivo, la incapacidad de la alcaldesa para alcanzar acuerdos con aquellos que la mantienen al frente del Ayuntamiento, la ha llevado nuevamente a tener que recurrir a la prórroga. “Podrá decir en prensa que ya cuenta con un borrador, pero ni los grupos políticos ni los ciudadanos lo conocemos. La realidad es que estamos casi al final del primer trimestre del año y seguimos sin tener presupuesto. No traten ahora de echarle la culpa al PP porque esta aprobación viene a demostrar que no existe ese pacto que tanto trataron de vendernos”, aseguró la portavoz del Grupo Municipal Popular, Sonia Carrillo.
Carrillo recordó a una regidora nerviosa que “es obligación del equipo de Gobierno venir aquí con un presupuestos consensuado y aprobarlo”, pero es evidente que Clavero está más centrada en 2019 que en lo que realmente le preocupa a los molinenses. “Hace unos meses ya anunciamos que no tenían presupuesto y que aprobaban un préstamo de 3 millones de euros por su inoperancia. Tenían prisa de pedirlo para inaugurar pabellones de cara a las elecciones porque sabían que al tener que prorrogar el presupuesto no podrían hacer inversiones y si no, no llegaban”.
ÁNGEL NAVARRO: “SI ME CONDENAN, DEJARÉ DE CREER EN LA JUSTICIA”
La incoherencia y la falta de transparencia son otras de las marcas de este equipo de Gobierno. El pasado 9 de enero, su portavoz Ángel Navarro tuvo que declarar como imputado por un presunto delito de prevaricación y acoso laboral, motivo que llevó al PP en el pleno de diciembre a pedir su dimisión. Desde entonces no se tiene conocimiento de en qué momento se encuentra la causa.
Anteponiendo la presunción de inocencia, pero por responsabilidad y coherencia, tal y como exigía el partido socialista cuando estaba en la oposición, la edil Popular volvió dos meses después a pedir la dimisión del segundo teniente de alcalde. “Permítanme utilizar sus palabras: tener un portavoz imputado entorpece la vida política y las gestiones diarias. Quizá están más preocupados en atender a declaraciones judiciales que en trabajar en los presupuestos”.
Ante la actitud sectaria de la alcaldesa, quien retiró la palabra a los concejales en numerosas ocasiones para eludir escuchar lo que no le interesaba, y las amenazas de no abrir turno de palabra en un dar cuenta, Sonia Carrillo le recordó que “antes existía el mismo reglamento y se daba mucha más flexibilidad a la oposición para debatir”. Carrillo pidió a Esther Clavero que utilizará más la memoria y le recordó que “ustedes pedían la dimisión del alcalde en cualquier asunto, incluso cuando se estaba homenajeando al Hospital de Molina y nunca se le quitó la palabra, es más, se le dejaba leer incluso lo que traía preparado”.
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