La alcaldesa dice no a la inmediata incorporación de un representante de Podemos al Consejo de Administración de Sercomosa. El Gobierno se niega a pedir disculpas por el malestar creado por Podemos con la colocación de una bandera republicana en la fachada del Ayuntamiento.
Tras la tempestad siempre llega la calma. Y así se pudo comprobar ayer durante el transcurso del pleno de mayo, celebrado el 5 de junio. Quizá porque no era el momento de seguir demostrando a los molinenses las diferencias entre los socios de Gobierno o quizá porque ya tuvieron bastante con el pleno extraordinario en el que se aprobó el acuerdo transaccional de Sercomosa.
Precisamente, este último asunto volvió a enfrentar a PSOE y Podemos. La moción de urgencia presentada por el PP en la que se solicitaba la incorporación inmediata de un representante de la agrupación morada en el Consejo de Administración de Sercomosa, contó con el rechazo de la alcaldesa y los ediles socialistas además de los concejales no adscritos, se abstuvieron, lo que puso de manifiesto que Clavero prefiere tener a Podemos bien lejos en asuntos transcendentales para Molina de Segura.
Lo cierto y verdad es que el Frente de Izquierdas fue salvado por la campana. Con la llegada de la media noche, la sesión llegó a su conclusión, dejando sobre la mesa los expedientes que no pudieron ser debatidos, entre ellos, la moción de urgencia del PP, un debate que se preveía tenso entre los socios de Gobierno.
UNIDOS ANTE LAS INCOHERENCIAS
Y hasta aquí las desavenencias. Desde entonces, unidad de voto en el Salón de Plenos, aunque las incongruencias se sucedieran.
El uso de banderas inconstitucionales en edificios públicos y la utilización de estos como sedes de partidos políticos que forman parte del Gobierno, por cierto, edificios que se pagan con los impuestos de todos los molinenses, le pareció adecuado y apropiado a la alcaldesa, quien, además, rehusó pedir disculpas por la crispación creada por Podemos con la colocación de la bandera de la II República en la fachada del Ayuntamiento.
Y es que para este Gobierno todo vale por el sillón como se pudo comprobar nuevamente ayer. Aunque se tratase de un hecho indefendible, la alcaldesa fue capaz de compararlo con un asunto que unió a todos los murcianos como fue y es el agua.
Precisamente, el Medio Ambiente, otra de esas banderas de la que pretende adueñarse el PSOE, supuso una nueva incoherencia del Frente de Izquierdas. La moción del PP sobre la calidad del aire, que solicitaba la puesta en marcha de un Plan de Acción Local para fijar las medidas preventivas y paliativas en la lucha contra la contaminación atmosférica fue rechazada por el Gobierno y sus socios, de hecho, pero no de derecho, Pedro González y Concepción Orenes. La razón, porque ya se está trabajando en ello.
Lo que está claro, porque así se viene apreciando durante los 14 meses de este equipo de Gobierno que no ha sido legitimado por las urnas, es que dicen no a todo lo que venga del PP, aunque sea beneficioso para los molinenses y que ante la ausencia de políticas propias, se adueñan de las iniciativas del PP tratando de vender que ya lo están haciendo ellos.
UNOS GESTORES INCOMPETENTES
Y la guinda del pastel la puso el único expediente de Urbanismo que formaba parte del orden del día del Pleno, una modificación que se quedó sobre la mesa a petición del PP, ante la incompetencia de un Gobierno que pretendió que se votaran acuerdos diferentes al dictamen de la Comisión de Urbanismo. Ahora habrá que esperar a que un expediente que se podía haber aprobado ayer, vuelva a pasar por las comisiones pertinentes y vuelva a debatirse en el Pleno.
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